martes, mayo 17, 2005

Una Sonrisa

La primera vez que entró a aquel lugar era un manojo de nervios. Claramente se veía en él, el nerviosismo que solamente puede ser producido por la inocencia. A pesar de que era joven, y trataba de disimular su inexperiencia, le brotaban por los poros las ansias de ver aquella obra maestra de la creación: La mujer en todo su esplendor. Y es que aquella mujer no era como su novia, no era como sus amigas, era totalmente igual y totalmente diferente.

La contorsión de su cuerpo al sonar de una música, que de por sí no importaba, y la penetrante mirada de sus ojos, parecía entrar directamente en lo más profundo de su ser; de pronto, se sentía como hacía mucho tiempo no se sentía: vivo. Horas más tarde, emocionado hasta la saciedad, y con la complicidad de sus fieles amigos, se alimentaba aún más en su interior aquél sentimiento de dicha con el que se empezaba a acostumbrar. Siete días después, allí estaba de nuevo. Sentado en el mismo lugar que la vez anterior, observando lo mismo, sintiéndose vivo otra vez.

Ella bailaba, y desde de su desnudez lo observaba. Le había llamado la atención que un joven como él, de los que sólo van una o dos veces para apaciguar la pubertad, estuviera de nuevo sentado en la misma silla. En la tercera o cuarta oportunidad ella le habló, él le contesto, y le sorprendió aún mas que fuera un tipo muy educado y formal. Y así pasaron los fines de semana, y así aumentaron las emociones y fluyeron las palabras. Y los Sentimientos.

Ella, cada vez mas sorprendida y por ende mas atraída, soñaba de vez en cuando con ser la novia de un tipo como ese, educado, respetuoso, amable…Quién decía que no? Ella era inteligente, podría estudiar y salir adelante.

Para él era muy claro: todo era parte de un momento de éxtasis que le hacía sentir maravillosamente feliz, nuevo…tranquilo. Él la saludaba con cariño cada fin de semana, la veía bailar y hablaban largo rato de todo y de nada, de la vida, del amor, de la muerte, de la amistad, de los sueños y de las desilusiones. Por su manera de hablar, él sabia que ella venía de una buena familia, que había recibido alguna educación (Probablemente hasta algunos semestres de universidad) y que ganaba bastante bien, por lo que podía darse varios lujos. Así ella se alegraba de sobremanera cuando le veía. Y cada vez su ilusión era mayor. Nunca hubo un beso, nunca llegaron a salir.

Un día cuando ella se paseaba en búsqueda de un nuevo capricho que le hiciera olvidar de donde había sacado el dinero, lo vio tomado de la mano con la novia que siempre supo que existió pero que ella nunca quiso reconocer. Su corazón (que hacía mucho no sentía) le recordaba lo dolorosa que puede llegar a ser la decepción.

Al fin de semana siguiente, de nuevo ella bailando, y de nuevo él sentado en el lugar de siempre. Se saludaron y comprendieron que ella seguiría soñando con tener un tipo como ese, por qué no? y que él seguiría teniendo su momento de calma. Ninguno de los dos logró tener en su vida normal, ni la calma, ni el amor. Por eso cada fin de semana, cuando él se sentaba en la misa silla, y ella bailaba el mismo baile, por un momento, cuando se miraban y se sonreían, su vida era feliz.

jueves, mayo 12, 2005

Lo que era el Fútbol

El Fútbol solía ser una fiesta, una fiesta en donde millones de almas acudían a un recinto casi sagrado a presenciar una batalla entre guerreros de alta estirpe que combatían por la gloria de anotar un gol. Haciendo gala de sus mas espectaculares habilidades tales guerreros lograban enardecer de alegría a sus seguidores que desde el costado del campo de batalla, gritaban y alentaban a su equipo. Era una fiesta, una celebración, un espectáculo. Hoy el campo de batalla ya no es una metáfora sino una realidad; y lo peor de todo es que ya no está en la grama sino en las tribunas. La pasión de ir al estadio dejó de ser motivada por el juego en sí, ahora las tribunas se han convertido en una olla, en un pretexto para consumir toda clase de drogas y de licores (eso sí, de los mas baratos) y para darse golpes y puñaladas. Las "barras" bravas se han vuelto un foco de delincuencia, en un símbolo antideportivo, en todo lo que no debería ser el fútbol, ni ningún deporte. Vivo cerca del estadio El Campín de Bogotá, y cada día en el que hay fecha del rentado colombiano siento desidia y fastidio de salir a los alrededores de mi casa. Me encuentro con supuestos "hinchas", convertidos en limosneros en cada uno de los semaforos; me encuentro con vándalos grafiteando cuanta pared se les atraviesa, me encuentro que es el único día en que el supermercado del barrio tiene celadores con perros. Así mismo, en las diferentes licoreras se agrupan en manada todos estos personajes con mirada de psicopata a la espera de poder encender a golpes a algún pobre desdichado que por descuido osó mirarlos a los ojos. En las fotos del periodico de hoy en donde muestran las imágenes de los disturbios del día de ayer en lateral sur del Campín, se ven las caras de asesinos de los animales que estan apuñaleando y golpeando al integrante de la guardia que murió.
La muerte de una persona no debe hacer parte del juego de una manada de cerdos que quieren demostrar su "poder" escudándose en fortaleza que les genera estar en grupo, y con el pretexto dizque de ser hinchas de una Barra Brava. La responsabilidad mayor de esta tragedia, y de las otras que han sucedido, es de estos desadaptados. Pero vale la pena preguntarnos: ¿Dónde mierdas estaba la policia? y cómo entran armas, drogas y licores en grandes cantidades al estadio?. Ahí les dejo la reflexión.
A los verdaderos hinchas nos queda la difícil tarea de devolverle el respeto al fútbol, y volver a convertir al Estadio en un recinto sagrado y sobre todo deportivo.

miércoles, mayo 11, 2005

La Dolorosa Cultura de Latino América

El pasado Domingo fue el día de la madre, valga la oportunidad para felicitar a todas y cada una de estas personas que son la fuente y soporte de la vida. Sin embargo, y como buenos colombianos, la ocasión ameritaba una celebración con toda la familia. En mi caso, nos reunimos en una finca. Obviamente estaban presentes varias de las generaciones: abuelos, padres y tíos, e hijos y primos. Mi familia es una de estas familias tadicionales colombianas, de las que vemos en las películas de Dago García, que escuchan Pastor López, Los Hispanos y Los 50 de Joselito. Hasta ahí, no hay ningún problema. El problema se hicia cuando les da por tomar aguardiente y cerveza, y obviamente comenzar a bailar tan decadentes melodias. Yo, un tipo totalmente asocial y anti bullicios, soy arrastrado por mi tía hacia el área social de la finca, en donde las palabras, anímese, chevere y recocha se mezclan con un forcejeo que busca que mi extremadamente tieso esqueleto se mueva al ritmo de "tranquilo hermano que aquí no hay goterero". A pesar de sonreir en pro de no ocasionar discusiones con la familia, luego de una hora de intentar disimular mi enojo, exploto y le arrojo una mirada de rabia a mi tía y a mi prima quienes insisten en que me anime y que no sea aguafiestas. Luego de mi manifestación de inconformidad, me dejan tranquilo, pero soy estigmatizado por toda mi familia. Me miran como si hubiese cometido un pecado capital, como si hubiera traicionado mi esencia. En esos momentos, surge en mi la siguiente reflexión: ¿Por qué razón en el mundo, debo sentirme identificado con esa música, y con esas reuniones, y con esa cultura? ¿Quién dijo que el hecho de haber nacido en latino américa me obliga a tener las mismas costumbres que el común de la población? ¿Por qué actuar diferente me hace un ser antipático y odioso a las demás personas?. No encontré ninguna respuesta. Viendo las cosas desde mi punto de pista, trato de ser lo mas cortés y amable que pueda, no me meto con nadie, y por consiguiente no me gusta que nadie se meta conmigo. Sí, soy un tipo frío y poco sociable, pero soy educado y respeto la individualidad de las personas. He podido notar que en latinoamérica, nuestra cultura viene con un componente que pareciera decir: "Permiso para opinar y meterse en la vida de los demás". "Ese es un gomelo, ese es marica, ese es esto, ese es aquello..." y lo peor es que creemos tener valores de juicio para determinar que es bueno y malo. Para mi familia yo soy malo porque no bailo a Pastor López y porque no comparto esos momentos especiales. Sin embargo, qué pasaría, si hubiese nacido en Escandinávia, en Inglaterra o en Alemania? Sería lo mas normal del mundo y no tendría que someterme a los juicios inquisidores de los demás. Pero nací en Colombia, de lo que me siento orgulloso, sin embargo no me identifico con la mayoría de las costumbres de este país, eso no me hace un apátrida, sólo me hace un colombiano diferente. Creo que en América Latina debemos aprender a respetar y disfrutar de la diversidad.
Hace algunas semanas me encontré con un artículo del periódico en donde se hacía una crónica del estilo gótico, y uno de los hombres entrevistados comentaba que ya estaba acostumbrado a que le gritaran por la calle, adios reina... por el maquillaje y los accesorios que usaba. Mas que cualquier otra cosa sentí tristeza, porque lo único que reflejamos con esos actos es nuestra propia ignorancia.
Así como yo no me identifico con muchas de nuestras costumbres, así también cada persona es libre de adoptar las preferencias que mas le gusten, sean cuales sean, y dada la libertad del hombre, nadie tiene porque inmiscuirse y mucho menos atentar contra la individualidad de las personas.

miércoles, mayo 04, 2005

Bienvenida

Bienvenidos todos los desdichados y desaventurados, sin mencionar desocupados, que por alguna extraña razón hallan terminado en este triste y desolado lugar de la red.

Lo primero que uno busca cuando ingresa a un blog es encontrar el tema del mismo, así que definamos los temas de este Blog. Lo primero sería decir que este es MI sitio, por consiguiente es importante determinar mis preferencias, por que en últimas esos son los temas que van a aparecer publicados en este espacio. Así que empecemos: Soy Hombre, por relación matemática perfecta e inalterable me gustan las mujeres, el fútbol y los carros. Además de ésto, me considero un fanático de la música. De cuál?, se preguntaran ustedes (en caso de que alguien este leyendo esto), y mi respuesta sería de cualquiera que no tenga nada que ver con el reggaeton, la champeta o la música norteña. A pesar de que me encanta la música no me considero un gran experto; tan solo trato de disfrutarla.

Tengo tendencias depresivas (como la mayoría en estos días) y soy el mejor pesimista que he conocido. A veces me preguntan : Es usted optimista o pesimista, y mi repuesta suele ser:"Soy realista, el mundo es una mierda". Por ende la mayoría de los intentos de escrito que ustedes encuentren aquí, serán también de ese índole. Ademas soy pesimista conchudo, porque me quejo por todo, es por ello que este espacio se convertirá en un muro de lamentaciones, tanto suyas como mias, respecto a todo lo que se me venga en mente a mí y a ustedes.

Soy un buen lector, tanto de Libros como de periodicos. Por ello creo que en algún momento dado se podrán establecer debates de algún tipo. Obviamente que no tengan nada que ver con equipos de fútbol, porque en esta mugre liga colombiana, no existe ningún equipo decente. (Con el perdón de todos mis amigos de nacional, america, caldas y los pobres de millonarios y santafé, y con el perdón de todos ustedes). Tampoco me gustan las discusiones religiosas. Conozco gente cristiana, ateos y hasta de los que creen que venimos de los extraterrestres, que no me acuerdo como se llaman. Yo soy católico, apostólico y Romano (o alemán, ahora no se sabe) y profeso mi fe y no me da pena, y me siento muy orgulloso. No convenso a nadie, ni doy charlas religiosas. Todos los cultos son bienvenidos siempre y cuando exista respeto por las creencias de los demás.

En cuanto a la política, me declaro un buen uribista, y retractor y opositor total y asérrimo de Piedad Cordoba, Petro, Carlos Gaviria y demás integrantes de "esa" colectividad. Como persona medianamente inteligente detesto a Bush (No hay que ser un genio, para detestar a este señor).
Soy Neo Liberal. Y recomiendo que antes de hecharme la madre, se enteren de lo que es el neo liberalismo, después con mucho gusto recibiré todos sus insultos.

Soy profesional en Finanzas, Monto en bus, trabajo en una oficina, y tengo jefes que me gritan. Salí de colegio play, estudié en universidad play y me encuentro en el meridional estrato 4. Es decir, ni un Victorino Moya, ni un Victorino Umaña, pero tampoco un Perdomo, porque no estudié en la nacional, ni me quiero volver guerrillero. Viví en Londres algún tiempo, en donde trabajé en el glorioso Mc Donalds, limpiando oficinas, como mesero y como barman.

Mas o menos eso soy, sea esta la oportunidad para darles a todos una cordial bienvenida, y como dirían las mamas; sigan, estan en su casa. Pronto publicaré mi primera queja. En ocasiones escribo cuentos(No soy cuentero, porque no los cuento), que me permitiré compartir con ustedes.

Si hay alguién allí, Gracias. Este también es su espacio.