viernes, septiembre 15, 2006

De la soledad y otros amores...

Un cuento mio para compartir...

Hablar del amor es tedioso, aburrido y repetitivo. Hablar del amor es volver a escuchar las primeras canciones de cualquier artista y volver a leer cualquier poema de cualquier escritor. Hablar del amor es pensar en las situaciones más ridículas e inverosímiles del mundo. Por eso no les voy a hablar del amor. Les voy a hablar de la soledad, y eventualmente del amor…

Es sábado en la tarde, la luz del sol penetra por el minúsculo espacio que conforma la unión de las dos secciones de la cortina de mi habitación. Busco una oscuridad que me lleve al sueño, y busco un sueño que me lleve lejos, muy lejos. Trato de dormir, la televisión presenta un programa de fantasmas, exorcismos y demonios, me siento estúpido, pero se me ponen los pelos de punta. Eventualmente me quedo dormido, me arrullan los ruidos de la calle. Atrás de mis sueños trato de encontrar algo que me levante de la cama, pero solo hay una profunda y calmada oscuridad en la que me sumerjo hasta perderme. Abro los ojos, nada cambia, solo que el sol ya no entra por el orificio de las cortinas, y en la televisión promocionan rosas y planes románticos para el día de San Valentín. Que ridículo, siempre se me han pasado esa clase de cosas.

Quiero apagar el televisor pero como siempre se me perdió el hp control, por favor que alguien me diga si hay algo peor a eso. Es necesario levantarse (lo cual requiere un esfuerzo sobrehumano) levantar cobijas y almohadas, ahí esta el perro, debajo de una almohada. Apago la tele. El reloj del celular muestra que son las 6:30 pm. No quiero hacer nada, solamente seguir durmiendo pero mi cuerpo se niega. Encuentro el techo de mi cuarto divertido, la luz de la lámpara crea sombras que a su vez crean figuras que asemejo a conejos, duendes y espadas. Pensar, para qué pensar tanto. El mundo de afuera no piensa, el mundo de afuera solo pasa. Afuera todo es más sencillo, afuera solamente hay que hacer lo que los demás hacen, seguir los patrones que se han ido consolidando poco a poco y mimetizarse o mejor, alienarse. Acá adentro es mas difícil, acá se encuentra mi peor temor, mi ejecutor, mi asesino, acá adentro estoy yo. No importa, como sea es el último momento que me queda de intimidad. El único momento en el que no tengo que sonreír, llorar, hablar o hacer alguna mierda que no quiero. Es mi ceremonia de honestidad. Si la honestidad consiguiera novia tendría un harem, pero la honestidad no vende. La autenticidad esta mandada a recoger, esta pasada de moda, y a los pantalones descaderados les agrada más la autenticidad de los relojes, las camisas y las corbatas que del que las lleva. Pero que le vamos a hacer, así es como funciona, y así es como seguirá siendo.

Despecho. Ojala, por lo menos sabría que hay algo que me hace estremecer las entrañas. Pero la soledad es peor. La soledad nos mata, nos quita la vida y solamente queda un cuerpo lleno de alguna clase de inteligencia que es capaz de imitar lo que le enseñan afuera para poder subsistir vistiendo una camisa Hugo Boss, una corbata Hermes y un Omega. La soledad es un virus que esparce lentamente desde la tranquilidad hasta la locura, es un demonio que se propaga y se auto conserva: la soledad solo trae más soledad.

La soledad es celosa, no le gusta que nadie la perturbe. Por eso busca personas honestas, auténticas, porque sabe que afuera esas personas no caben, porque tarde que temprano deberán venir a buscarla, y ella, feliz, los recibirá en sus brazos. El techo de mi habitación ya no es tan divertido, y de tanto pensar se me ha ocurrido traicionarla, pero traicionarla implica traicionarme a mi mismo. Pero que le vamos a hacer, así son las cosas y así seguirán siendo. Son las 9:00pm, es hora de salir, mis amigos me esperan en algún bar de la ciudad, me pongo mis tenis, algo de agua en la cara y en el pelo, un poco de perfume. Adiós mi amiga, mi novia, mi amante, hoy he decidido traicionarte y traicionarme.

Es sábado en la tarde, la luz del sol penetra por el minúsculo espacio que conforma la unión de las dos secciones de la cortina de mi habitación. Un descaderado reposa en la silla al lado de mi cama. Ella duerme desnuda en mi cama, yo miro el techo y como después de toda traición, me siento mal.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No hay nada mejor que pasar la tarde de un sábado haciendo locha; ya sea viendo televisión, escuchando música o en su defecto: durmiendo.

Es bastante divertido como en medio de la soledad uno llega a consolidar tantos pensamientos, sin querer hacerlo…” Pensar, para qué pesar tanto”, pero inútilmente lo hacemos, es nuestra naturaleza, la misma que hace que traicionemos nuestros ideales, la misma que hace que sigamos a una manada de tarados que sólo les interesa seguir patrones que estén a la moda; uno de los muchos absurdos del ser humano. Qué condena encontrarse atrapado en medio ¿no? Pero sí, así son las cosas y así seguirán y lo más absurdo es que sabemos que podríamos hacer algo para cambiarlo, pero no lo hacemos, tal vez todo es más fácil así…la monotonía, la rutina, todo lo que se asemeje y que describa el punto dónde muchos nos quedamos, tal vez por miedo a que nuestras vidas cojan un giro inesperado o simplemente por conformismo; sí definitivamente estamos en medio de un absurdo sin fronteras…el ser humano apesta!

Muy pocos podemos o aprendemos a apreciar la soledad; hay muchos que ignoran lo que ésta nos enseña. Que vida tan plena la que nos teje la soledad, no muchos lo ven así, es más lo ven como “un virus que se esparce lentamente desde la tranquilidad hasta la locura” y sí tal vez tengan algo de cierto estas palabras, la soledad se esparce lentamente, pero sólo si nosotros dejamos que eso suceda. Personalmente yo la dejo, me encanta lo que puedo llegar a pensar al borde de la demencia, acompañada por mi soledad y la luna, me encanta llegar a sentir que no soy uno más del montón, me encanta poder decir que por más que sigo a una manada de tarados, yo soy distinta y mi ‘yo’ se conserva a medida que tenga algo que decir, algo más que pensar y sin mi soledad seguramente esto no pasaría, porque viviría en función de los otros…que más da… Me encanta la soledad!! (Aunque hay que saber no dejarse llevar por ésta y mucho menos dejarse consumir).

¿Soledad o no soledad? Esa es la cuestión…el problema está en que el ser humano es muy extremista, por qué escoger entre una de las dos opciones, por qué nunca puede haber un gris? Además, traicionar a la soledad con un poco de compañía, qué importa? Igual la soledad ni se inmuta, ella siempre está, sólo es que requiramos de su compañía…el problema recae en traicionarnos a nosotros mismos y allí ya abarcamos una fatalidad del hombre… Todo es podrido, el ser humano está podrido, además es lunes! Qué más da, seguir viviendo y soñando y haciendo locha los sábados (sobretodo los domingos) porque no hay nada más qué hacer, o que nos atrevamos a hacer, entonces pues será utilizar el conformismo!!

Bueno papo, las palabras, las ideas, todo, se fue desvaneciendo a medida que me enredaba más y a medida que quería alargar más la vaina, pero no vale la pena, es más lo único que quería hacer era dejarte un pequeño comment, no todo un tratado jiji.. diciéndote que me gustó bastante lo que leí, además que nunca me imaginé que vos escribieras, pero bueno eso no viene al caso. Me encanta la manera en como sigues como a Gonzalo Arango, o por lo menos me recordaste mucho sus escritos nadaístas. Aunque sugiero cambiar el título, de la soledad hablas, pero muy efímeramente, hablas más como de la inconformidad del ser humano… aunque bueno cada quien con sus escritos, igual me gustó.. ♥Un besote… y hasta la próxima vez que se me de por pasar por acá..

PD: Sí, crítico mucho a los humanos, siendo un humano también…pero es que me aturde el hecho de que las cosas tengan que ser tan absurdas…es una condena, ya lo había dicho!

7:55 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Hola Sami:
Hoy lei tu blog. Interesante ver, que has encontrado un lugar donde puedes escribir las cosas que siempre has querido,,, aunque deberias escribir mas seguido,, siempre lo has hecho bien,,,
Solamente queria decirte que el amor aparece cuando dejas de buscarlo,,, por ahora disfruta de la soledad, un dia de estos vas a extrañarla,

Saludos

Jimmy P.

3:30 p. m.

 

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