martes, noviembre 22, 2005

Las Pruebas de Aguante

Cuando uno se encuentra en el mercado laboral se ve envuelto en mil y un procedimientos que van desde el certificado laboral hasta la búsqueda contínua de un mejor trabajo. En esta búsqueda me encuentro yo, y gracias a la bondad de uno de mis mejores amigos me encuentro en un proceso de selección. Hasta ahora todo va bien; sin embargo me sentí obligado a hacer una cotación respecto a las pruebas psicotécnicas de obligatorio cumplimiento en este tipo de procesos. Después de un día completo de trabajo me dirigí a las oficinas de la psicologa. Por mi cabeza pasaban varios de los consejos que muchos de mis amigos y de mis familiares me habían hecho: "no cruce las manos ni las piernas, que eso es inseguridad", " mire a la persona siempre a los ojos, porque eso también es inseguridad", "sientese derecho y mueva las manos cuando hable"...entre muchos otros. Por mi cabeza también pasaba que nunca había conocido a un psicologo hombre, razón por la cual deduje que haber estudiado psicología hubiera podido ser bastante interesante (aún mas en este verano tan perro). Entré en la oficina y me senté como me habían dicho: Derecho, sin cruzar ni pies ni manos. La psicologa no estaba, pero su asistente me alcanzó el primer custionario :"Dibuje una figura humana, hombre o mujer y después escriba una descripción de esa persona" de inmediato a mi mente llegaron nuevos consejos que hasta ahora había pasado por alto: "Dibuje piso, siempre dibuje piso, eso muestra seguridad" "No dibuje ni botones ni cinturones, eso muestra que usted es una persona cerrada", "utilice toda la hoja y dibuje a la persona en el centro".... pues seguí todos los consejos al pie de la letra: mano al Lápiz, y de extremo a extremo un piso ni el hijueputa, enchapado en baldosa Corona y todo, el man, en toda la mitad, nada de cinturones ni botones (aunque no se veía muy elegante). Hasta ahí todo en orden. - Terminé - le dije a la señorita. Ella abre el mueble que tiene a su lado y saca otro cuestionario: Determine la concordancia entre...,si usted es invitado a una fiesta y un amigo le dice..., si su jefe esto usted aquello , la uva es al vino, como el carro es a.... 5 Hojas y 50 minutos después volví a terminar. Mira, le digo a la asistente, ella me sonrie y me alcanza otro manojo de hojas, por mi cabeza pasa la teoría que esto es un complot entre la psicologa y el otro man que esta aspirando al puesto para sacarme; pues ni mierda, yo no me dejo sacar y tengo amplio aguante en mis gluteos, dados los millones hora/nalga que usé en la universidad. "Llene el espacio con Porqué, Por qué, Porque según el caso"..., "Las siguientes frases poseen múltiples repeticiones, reorganicelas y vuelvalas a escribir". La asistente habla con el novio y no me deja concentrar. Mi cerebro esta hasta el culo de porqués y de reorganizar frases. Son como 50 porqués y otras 50 frases. 1 hora y media después vuelvo a decir:"terminé". Y en una muestra de osadiía le digo a la señorita : "Ah, no son mas, bueno gracias", la verdad donde me suelten otro hijueputa cuestionario agarro esa oficina a pata y vuelvo todo mierda, y probablemente me diagnostiquen demencia y me manden a un sanatorio. Afortunadamente, logré aguantar y el complot de la psicologa fracasó. La verdad no soy psicologo y no tengo la menor idea de como estas cosas ayudan a determinar la personalidad de una persona, pero deben existir razones de peso. Desde mi punto de vista de Financiero, estas pruebas son de aguante. Así que cuando usted, amigo lector, asista a uno de estas situaciones, lleve un cojín de los de ir al estadio, un gatorade y mucha pero mucha paciencia, aah!, y no vaya a llevar lápiz, lleve un portaminas, lo digo por experiencia propia. A finales de esta semana tengo la verdadera entrevista con la psicologa, y obviamente sentado derechito y nada de cruzar las piernas y manos. Creo que uno se termina convenciendo de que los psicologos laborales tienen la capacidad de leerle la mente al postulado, por eso es mejor poner cara de ponqué y no pensar nada. A la espera de mi lectura de mente, me despido.